Villa El Libertador celebrará el próximo sábado 18 de agosto la Asunción de la Virgen de Urkupiña, a través de una festividad tradicional que llegó a la villa de la mano de la colectividad boliviana, y que invita a los vecinos del barrio y del resto de la ciudad a disfrutar de un día de música, comida y bebidas típicas en honor al culto a Urkupiña, venerada por el pueblo boliviano de Cochabamba.
Durante los primeros días de agosto, un grupo de comerciantes del barrio elevaron una nota pidiendo que la fiesta se suspendiera, ya que consideraban que el desarrollo de la misma iba a afectar al normal desempeño de sus jornadas laborales. El comunicado, que también circuló vía celular y por diversas redes sociales, desató una oleada de comentarios discriminatorios, pero también expresiones de apoyo para la colectividad y este evento que lleva 32 años consecutivos celebrándose.

“Creemos que esto fue un ataque hacia la colectividad boliviana en su totalidad, aunque nunca hubo contacto personal con los comerciantes. En ningún momento se acercaron a charlar”, afirmaron a Radio Sur desde la Comisión Organizadora de la Fiesta de la Virgen de Urkupiña. “Fueron pocas personas, un sector de comerciantes que ni siquiera se comunicó con el Consejo Barrial”. Al pedido de suspensión se sumaron actos discriminatorios que no tardaron en generar repudio por gran parte de la comunidad.
“Los conflictos existen, pero esta situación abrió el espacio para insultos xenofóbicos y violentos, que son innecesarios. Nosotros estamos para generar instancias de convivencia y dialogo, y esto no aporta eso. Entendemos que las cosas andan mal económicamente, pero esto no se resuelve agarrándosela con el otro. Eso es un error. El Estado debe hacerse responsable de eso. La cultura va más allá de nuestra situación particular”, aseguró Aldo Ortega, presidente del Centro Vecinal de Villa El Libertador.
Numerosos vecinos se comunicaron con Radio Sur para brindar apoyo a la colectividad y también hicieron llegar sus expresiones a las redes sociales. “Si hay algo que me enamoró de la villa es la participación de la comunidad boliviana en la plaza, que es una fiesta en sí misma, y la Gran Fiesta de la Virgen de Urkupiña, que es un acontecimiento distintivo”, escribió Sandra Bertea, vecina y trabajadora de la radio.
Finalmente, el pedido aislado no prosperó y la colectividad boliviana encabezará la celebración, que posee reconocimiento provincial, nacional e internacional, con misa, procesión y desfiles. El viernes 17 por la noche se harán los cambios de habito a la Virgen, y habrá comidas y bebidas típicas. El sábado tendrán lugar las actividades principales, con los grupos de danza y baile tradicionales, que nuclean a más de 2000 danzarines y 15 bandas. Se espera que arriben comitivas de Catamarca, La Rioja, Mendoza y Buenos Aires.
Historia
La historia de la Virgen de Urkupiña se remonta a fines del año 1700 en la comarca de Cota, hacia el sudoeste de la ciudad de Quillacollo, donde vivía una humilde familia de campesinos quienes subsistían gracias a la utilidad de su pequeño rebaño de ovejas que se encontraban al cuidado de la hija menor. Una muchacha se dirigía diariamente hacia las bajas colinas del frente de Cota, pasando el río de Sapinku, donde había agua y pasto en abundancia para su rebaño. Un día de agosto, se le apareció una Señora quien tenía niño en sus brazos, y que sostenía con ella largas conversaciones en el idioma propio y nativo del lugar, el quechua.
Desde entonces, casi siempre la muchacha demoraba al retornar a la choza de sus padres, por lo que éstos le preguntaron el motivo de sus tardanzas. La niña relató sus encuentros con la señora a quien llamaba “Mamita y el niño” y aseguraba que la mamita y su niñito descendían a jugar con ella. Al oírla, sus padres se alarmaron y se dirigieron repetidas veces a la colina para convencerse de los relatos de la niña campesina. Al reiterarse la visita de la “Mamita”, la niña fue en busca de sus padres y estos al Doctrinero (las parroquias eran denominadas doctrinas y por extensión al sacerdote Doctrinero), y vecinos del rancherío, que anoticiados del acontecimiento decidieron cerciorarse de su veracidad, acudiendo al lugar donde la niña los guiaba.
La Virgen al ver que la pastorcita no aparecía se levantó del lugar donde estaba y subió cuesta arriba el cerro, mientras la niña gritaba indicando con el dedo, en quechua “Jaqaypiña urqupiña, urqupiña”, que en español significa “ya está en el cerro”, de ahí el nombre castellanizado de Urkupiña. La señora al llegar a la cima, desapareció, pero lograron alcanzar ver una imagen celestial que se esfumaba en la maraña de los algarrobales, cactus y ululas. Convencidos que la visión era extraña, corrieron al pueblo. El párroco quien convocó a los pobladores, y junto a otras autoridades acudieron al lugar del prodigio frente a la ranchería de Cota. La multitud bulliciosa trasladó esta imagen a la capilla de Quillacollo y desde entonces es conocida como la Virgen de Urqupiña, quien es muy venerada por el pueblo boliviano.
Fuentes en red
https://www.facebook.com/105052036200467/videos/1973493169356335/
https://es.wikipedia.org/wiki/Virgen_de_Urkupi%C3%B1a
Actores y contactos
Centro Vecinal Villa El Libertador: https://www.facebook.com/VillaElLibertadorCentroVecinal/?ref=br_rs
Consejo Barrial: https://www.facebook.com/Consejo-Barrial-7B-2090971267838913/