El modelo de seguridad adoptado por el Estado provincial en Córdoba desde la vuelta a la democracia hasta nuestros días otorga a la policía un poder autónomo, que deriva en la legitimación de las diferencias sociales, la perpetuación de la marginalidad, la criminalización de la protesta y el control social. La tantas veces proclamada transformación democrática no logró romper con la impronta autoritaria heredada de los años del terrorismo de Estado.

Informe completo: Una policía de ocupación
Por Alexis Oliva

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