¿Cómo se hace con el encierro y el aislamiento para prevenir el contagio del Covid-19 en un lugar sin las condiciones necesarias? La pandemia trajo el aislamiento social obligatorio y medidas de higiene estrictas, pero este escenario no encuentra a toda la sociedad en las mismas condiciones. Para muches, se agrava la situación económica y en algunos casos no es posible cumplir con las distancias requeridas, ni acceder a elementos hoy tan indispensables como alcohol en gel, lavandina, barbijos y otras medidas de prevención y protección. Una vez más, en las cárceles se vive el abandono, hoy traducido en posibilidad de contagios masivos de coronavirus, lo que implicaría una verdadera tragedia.
Desde la Organización de las Naciones Unidas (ONU) instaron a los gobiernos de todo el mundo a tomar medidas para que el virus no se extienda en las prisiones. Michelle Bachelet pidió reducir la población carcelaria y mostró su preocupación especialmente por los grupos de riesgo, y también se refirió a los presos y presas políticos. Sin embargo, las respuestas fueron diversas y en muchos casos negativas, lo que desató protestas en establecimientos penitenciarios de todo el mundo.
En marzo hubo reclamos en cárceles italianas que terminaron en disturbios y represión, dejando seis personas muertas. Colombia y Sri Lanka pasaron por situaciones similares. En Brasil hubo motines y más de mil fugas luego de que se suspendieran las visitas y las salidas transitorias. Pero en el mes de abril este país vecino e Italia se sumaron a la decisión tomada por otros países como España, Estados Unidos e Irán, que determinaron la liberación de una parte de la población carcelaria. En la mayoría de los casos, esta medida incluyó a presos y presas de menor peligrosidad y que forman parte de la considerada “población de riesgo”.
Protestas en Argentina
En Santa Fe hubo protestas y toma de pabellones en las instituciones penitenciarias de Las Flores y Coronda. En el primer establecimiento informaron sobre cuatro muertes, que aparentemente ocurrieron por enfrentamientos entre presidiarios, mientras que en la otra cárcel hubo un fallecido. En Buenos Aires también se registraron disturbios y momentos de gran tensión en al menos cinco penales en los últimos días de marzo.
En ambas provincias, los reclamos no son exclusivos de quienes se encuentran privados de su libertad; también el personal del servicio penitenciario viene expresando su descontento con las condiciones en las que trabajan habitualmente y por la exposición ante el coronavirus en este momento particular.

La situación cordobesa
El día 6 de este mes hubo una protesta en el penal de Bouwer varones, donde los internos reclamaron por la mejora de las condiciones. El reclamo tuvo lugar luego de que un hombre de 81 años falleciera por no recibir la atención médica que necesitaba. Lo que agrava la situación es este contexto, en el que una pandemia golpea al mundo entero y un eventual ingreso del Covid-19 a esos establecimientos podría desencadenar una gran ola de contagios. Ya a finales del mes pasado se habían registrado algunos disturbios por las modificaciones en los regímenes de visita, debido al aislamiento obligatorio decretado en el país.
Distintas organizaciones de derechos humanos, presxs y familiares de presxs vienen pidiendo que se otorgue la prisión domiciliaria a mujeres con niñes a cargo, embarazadas y toda aquella persona que por estar enferma o por su edad corra mayores riesgos. También se presentó un habeas corpus colectivo y correctivo desde el espacio jurídico Deodoro Roca, que con el acompañamiento de más de treinta organizaciones exigieron al Poder Judicial que garantice el derecho humano a la salud de quienes están es esa situación de encierro. El Juzgado de Control y Garantía N° 9 rechazó esta presentación, ya que según la jueza María Celeste Ferreyra están siendo ejecutadas las medidas de profilaxis adecuadas para este momento.
Por su parte, el Frente de Izquierda presentó un proyecto de ley para declarar el estado de alerta carcelaria ante la superpoblación y el hacinamiento, “una partida presupuestaria extraordinaria para el cumplimiento de las condiciones de higiene y seguridad sanitaria; y el cumplimiento inmediato de las prisiones domiciliarias para las mujeres embarazadas o en período de lactancia, y madres de hijos menores de 5 años”, según expresaron en una nota del sitio web Prensa Obrera.
La Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba sumó su preocupación ante los hechos ocurridos el 6 de abril en el Complejo Carcelario Padre Luchesse. “Consideramos imperativo el trabajo articulado de los poderes Ejecutivo, Judicial y Legislativo con organizaciones e instituciones de larga trayectoria en temas carcelarios, para garantizar el cumplimiento de los derechos humanos dentro de las cárceles y hacer que esta crisis sanitaria no sea un castigo extra que se incorpora a las penas que se cumplen en prisión”, expresaron desde esta casa de estudios. Además, señalaron que ante los pedidos de prisión domiciliaria solo el 1% fueron concedidos.
Contexto
La superpoblación y el hacinamiento no son novedades en las cárceles cordobesas. Tampoco sorprende leer declaraciones en las que se denuncian las malas o casi inexistentes condiciones de higiene y salubridad, así como la falta de atención médica. Por eso, era casi esperable que mientras el mundo atraviesa esta crisis del Covid-19 se produjeran protestas en los establecimientos penitenciarios donde la dignidad humana parece ser una deuda pendiente.
En este contexto, el miedo al ingreso del coronavirus a las cárceles y la imposibilidad de ver a los familiares produce una tensión extra en toda la población carcelaria. Por un lado, ante un eventual ingreso del virus a los complejos penitenciarios el contagio sería veloz por el hacinamiento y la falta de insumos necesarios para la higiene. En este caso, no son sólo las personas privadas de su libertad quienes temen por su salud. También el personal que allí trabaja admite encontrarse expuesto y sin los cuidados necesarios.
Por otra parte la imposibilidad de recibir visitas produce un impacto emocional negativo en quienes finalmente padecen un doble aislamiento. Además, se ven deterioradas las condiciones generales de la vida cotidiana, ya que casi siempre son las familias quienes llevan comidas, ropa y víveres a lxs presxs.
Fuentes en red
https://www.ambito.com/mundo/brasil/por-el-coronavirus-brasil-libero-30000-presos-n5093777
https://www.pagina12.com.ar/255026-disturbios-en-las-carceles-5-muertos-en-santa-fe
Foto principal: Facultad de Filosofía y Humanidades (UNC)
Actores y contactos
Servicio Penitenciario de la Provincia de Córdoba: Entre Ríos 457. Tel: (0351) – 434-2614/15/16
Autoconvocadxs Anticarcelarixs Córdoba: autoconvocadxsanticarcelarixcba@gmail.com
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos: Alvear 150
Tel: (0351) 434-1050/52 – ministeriodejusticiayderechoshumanos@cba.gov.arEspacio Jurídico Deodoro Roca: Laprida 511
espaciodeodoro@gmail.com