El pasado 25 de septiembre se llevó a cabo el cuarto paro nacional al gobierno de Mauricio Macri. Convocado por todas las centrales obreras, fue una medida de fuerza “contundente y con alto acatamiento”, según los dirigentes sindicales.
El reclamo buscó la reapertura de paritarias, la suspensión de despidos y la declaración de la emergencia alimentaria, entre otras acciones, para contrarrestar la crisis económica que se agravó durante los últimos meses.
Los dirigentes de la Central General de los Trabajadores (CGT) se mostraron satisfechos de la jornada. Héctor Daer explicó que la huelga apuntó a conseguir “un cambio de rumbo” de parte del gobierno y que se corrijan cuestiones de la actual política económica. “Si no cambian, tendremos que seguir adelante con la lucha. Y por supuesto la principal salida de esto es política, porque hay que buscar una alternativa política para ganar las elecciones y después gobernar con un acuerdo entre los sectores que piensan la Argentina, y salir de este endeudamiento que nos van a dejar”, aseguró Daer. Además, resaltó que mientras se realizaba el paro, Macri se encontraba de viaje en Estados Unidos. “Tiene que entender que no sólo tiene que rendir examen y llevar buenas nuevas a los especuladores financieros y a las autoridades del Fondo”, afirmó el dirigente.
Según los informes de la propia central, a pesar de los intentos de gobernadores oficialistas de desprestigiar la protesta, la medida de fuerza se sintió en todo el país. Las regionales de Catamarca y Tucumán informaron que el paro tuvo un nivel de acatamiento superior al 85 por ciento. Por ello definieron a la medida de fuerza como un “éxito total”.
En Santiago del Estero, el informe enviado al Frente Sindical para el Modelo Nacional (FSMN) da cuenta de un acatamiento del 90 por ciento. En Mendoza, diferentes gremios confederados movilizaron hasta la casa de gobierno local. Los dirigentes de esa regional informaron que las marchas superaron los 20 mil participantes y que fue “inédita”. También movilizaron las regionales de Santa Cruz, Río Gallegos y Santa Fe. El informe que envió la regional Paraná de la CGT fue meticuloso: el transporte público paró el 100 por ciento, en los bancos la huelga llegó al 95 por ciento, Sanidad y Afip el 85 por ciento y los empleados públicos y docentes más del 95 por ciento. Las regionales de la CGT de Misiones y La Pampa también dan cuenta de la contundencia del paro en esas provincias.
En Córdoba cumpliendo lo dispuesto por la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y la Asociación Obrera de la Industria del Transporte Automotor (AOITA), no circularon colectivos de los transportes urbano e interurbano. Tampoco los de recorridos de larga distancia.
La ausencia de medios de transporte impactó directamente en la actividad comercial. Aunque el Sindicato de Empleados de Comercio también se plegó a la protesta, muchos negocios decidieron abrir sus puertas. Algunos, atendidos por dueños, la gran mayoría por empleados. No obstante, la ausencia de potenciales clientes marcó la jornada. A su vez, permanecieron cerradas las oficinas de dependencias provinciales, municipales y nacionales, dado que SEP, el SUOEM, UPCN y ATE formaron parte de la medida de fuerza. Tampoco prestó servicio EPEC por la participación de Luz y Fuerza.
En el país las protestas empezaron un día antes, ya que la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) convocó a una huelga de 36 horas. La jornada comenzó con un multitudinario acto en la Plaza de Mayo, donde participaron, entre otros, el Frente Sindical para el Modelo Nacional (FSMN) de la CGT, Barrios de Pie, la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) y la Corriente Clasista y Combativa (CCC).
Los organizadores calcularon una participación cercana al medio millón de personas donde se pudo ver a diferentes regionales de los gremios participantes, a pesar de que hubiera movilizaciones en otras ciudades del país.
Los dirigentes coincidieron en señalar que “la unidad en acción es necesaria e imprescindible, y este acto es una demostración de la madurez, no sólo de la gente sino también de los dirigentes”. Hugo Yasky aseguró que la CTA estará en la calle hasta que cambie el modelo económico y Pablo Micheli aseguró que hay otro camino posible, ya que “nuestro futuro no está en la especulación y en la timba: ése es el futuro de los vagos que nos gobiernan”.
En los análisis de estas jornadas, se señala que la unidad en lucha deriva de la incapacidad demostrada por el Gobierno para manejar la situación del país, el incumplimiento de las promesas de campaña de Cambiemos y a la gravedad de la situación social, más que a la destreza política y capacidad de conducción sindical de quienes se oponen al modelo económico actual. Aseguran que son los sectores de base los que presionan para que haya unidad y que en las movilizaciones, además de lxs trabajadorxs y excluidxs, empiezan a participar sectores de clase media.
Como es habitual, el Gobierno se apresuró a cuestionar la medida. En una rueda de prensa, los ministros de Producción y Trabajo, Dante Sica, y de Transporte, Guillermo Dietrich, aseguraron que “todos estamos haciendo un esfuerzo colectivo, empresarios, trabajadores, gobierno nacional y gobiernos provinciales, para superar esta crisis” y por lo tanto no era un “momento oportuno” para tal medida.
Desde Nueva York, el presidente Mauricio Macri, aclaró que el paro “no contribuye a nada” y felicitó a quienes fueron a trabajar. En este marco, anunció que será candidato en las elecciones del año que viene y que va a “extremar el diálogo y buscar herramientas nuevas e innovadoras” con los gremios.
En su regreso a la Argentina, el presidente siguió dando señales contra el paro general, al ir a la sede de Gendarmería que fue atacada con bombas molotov el lunes pasado, poniendo así el eje en la presunta “violencia sindical”, en vez de tomar nota de la masividad del reclamo.
Desde la Casa Rosada, estimaron una pérdida de cerca de 31.600 millones de pesos durante las jornadas. Aseguraron que las huelgas sin transporte “no se pueden medir”, aunque el paro “no tuvo la contundencia de otros”. Además, ratificaron la estrategia de seguir dividiendo a los gremios y no convocar a la cúpula de la CGT.
Una crisis que se agrava
Según el último informe del Centro de Economía Política (CEPA), a lo largo del 2018 se contabilizaron 39.027 nuevos despidos o suspensiones. Esto quiere decir que hubo 4.878 personas desvinculadas o cesadas mensualmente durante los primeros 8 meses del año. El agravamiento de la crisis se evidencia los meses de julio y agosto donde la cantidad de despedidxs casi dobla las cifras registradas el año pasado en el mismo periodo.
Las principales razones fueron las políticas de achicamiento del Estado y la crisis de la industria: estos dos sectores concentraron el 91 por ciento de los casos de pérdidas de puestos de trabajo. Los autores del informe describen que “en los primeros dos meses del año los despidos del sector público resultaron más significativos, en los siguientes cinco meses, tomaron ‘la posta’ los despidos del sector privado, para finalmente, en agosto, converger en despidos del sector público y privado casi por igual”.
Desde la asunción de Cambiemos, se han perdido en el sector industrial perdidos 82.282 puestos de trabajo. Este conteo del centro de estudios es corroborado por los datos oficiales del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA). El registro del Estado computa 88.552 trabajadores industriales menos de noviembre de 2015 a junio de 2018, mientras que el CEPA tiene 82.282 despidos para el período noviembre 2015 – agosto de 2018.
El desafío de la unidad
A pesar de que el paro haya puesto en evidencia el malestar social, no termina de zanjar las diferencias políticas y estratégicas de la dirigencia política, la sindical y los movimientos sociales.
Hay quienes –por convicción o presionados por sus propias bases– están convencidos de que sólo la movilización callejera le puede poner un límite al plan económico del macrismo. Allí se encuadran las vertientes de las CTA, la CTEP, movimientos sociales, los gremios ahora reunidos en Frente Sindical por el Modelo Nacional (Fresmona) e incluso las regionales de varios sindicatos que permanecen orgánicos en la CGT. En esta línea también se encuentran los partidos de izquierda y las organizaciones que les responden.
De otro lado, la CGT de la que a los pocos días se desvinculó Juan Carlos Schmid, con diferentes tonos y acentos, sigue apostando a la negociación y a la mesa del acuerdo cerrado entre pocos. Sólo a regañadientes y forzados por las evidencias y el malestar de las bases acceden a las medidas de fuerza, pero resisten a toda costa el acto y la movilización callejera, por temor de quedar ellos mismos descolocados.
Al día siguiente del paro dirigentes de diferentes organismos de derechos humanos se reunieron con representantes del flamante Frente Sindical para el Modelo Nacional, las CTA y ATE, para analizar “la grave situación que atraviesa el Estado de derecho”, y coincidieron en que “la unidad y la movilización son las únicas salidas”.
“Se reunieron los trabajadores y los organismos de derechos humanos para coordinar esfuerzos y acciones para frenar las medidas de este gobierno, que no sólo viola el Estado de derecho, las garantías constitucionales, las libertades individuales, utiliza al Poder Judicial para hostigar a opositores sociales, políticos y sindicales, manteniendo presos políticos sin causa, sino que implementa un modelo económico de miseria planificada que no se puede convalidar”, relató Mabel Careaga, integrante del colectivo de la Santa Cruz.
Uno es el próximo debate sobre el presupuesto. La sanción de esa ley en el Congreso se puede convertir en una bisagra fundamental en lo social y en lo político. Si se aprueba tal cual fue enviada puede consagrar la brutalidad del ajuste. Si, por el contrario, los legisladores hacen su trabajo al menos podrán mitigar el daño. En lo político los alineamientos en favor y en contra de la norma permitirán comenzar a trazar una divisoria de aguas, aunque también alianzas y aproximaciones de cara a la construcción de un frente político opositor.
Fuentes en red
https://www.pagina12.com.ar/145510-el-paro-mostro-que-no-hay-apoyo-al-fmi
http://www.cba24n.com.ar/content/fuerte-impacto-del-paro-general-en-la-ciudad-de-cordoba
https://www.pagina12.com.ar/144521-el-dia-que-paro-el-pais
https://www.revistaanfibia.com/ensayo/a-lo-lejos-se-escucha-venir/
https://www.pagina12.com.ar/145509-el-paro-y-la-unidad
https://www.pagina12.com.ar/145679-la-resistencia-al-presupuesto-de-ajuste
https://www.pagina12.com.ar/146481-en-defensa-de-la-industria-nacional-y-el-empleo
https://www.pagina12.com.ar/146744-contra-el-paro
https://www.pagina12.com.ar/146573-la-industria-en-la-calle
https://www.pagina12.com.ar/144440-un-indice-que-solo-empeora
https://www.pagina12.com.ar/146348-empleo-precario
https://www.pagina12.com.ar/145244-que-no-se-recorten-derechos